domingo, 26 de junio de 2011

18. II ENCUENTRO DE FOMENTO A LA LECTURA EN LA CIUDAD DE MÉXICO

Durante los días viernes 24 y sábado 25 de junio, se realizó en el Museo de la Ciudad de México la segunda edición de este encuentro, dirigido a reunir a los voluntarios y participantes en programas de animación lectora, así como a los interesados en estos temas, como son los profesores, los pedagogos, los bibliotecarios, los académicos y el público en general.
Los temas a tratar se distribuyeron en cuatro mesas panel, en las que se abordaron distintas perspectivas sobre el fomento a la lectura; los requisitos para profesionalizar a los bibliotecarios, los promotores y los libreros para el fomento a la lectura; la economía del fomento a la lectura; y la crítica a los programas de fomento a la lectura que se realizan en México.
Además, hubo entrega de acervos de literatura infantil para 380 libro-clubes por parte de la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de México, y asimismo una sesión para presentar prácticas y recomendaciones en materia de lectura en voz alta, uso del drama y consideraciones legales, incluyendo técnicas, manuales, libros idóneos para ganar primeros lectores, mobiliario y otros materiales, etc.
Inauguración.
Luego de la inauguración que hicieron Eduardo Clavé Almeida (Dirección de Fomento a la Lectura y el Libro de la Secretaría de Cultura) e Isabel Molina Warner (Coordinación Interinstitucional de la Secretaría de Cultura), alrededor de 300 asistentes pudieron escuchar las comunicaciones de Azucena Galindo Ortega (A Leer IBBY México), José Ángel Quintanilla (FunLectura), Elsa Ramírez Leyva (UNAM), Socorro Venegas (Dirección General Adjunta de Fomento a la lectura y el Libro del CONACULTA), Eva Luz Solano (INDELI) y Felipe Garrido, entre otros.
Destacamos las siguientes notas informativas que consideramos más relevantes:
1. FunLectura está realizando varios proyectos para promover la lectura, tales como un programa nacional de lectura en la educación media superior y un proyecto para vincular la lectura al desarrollo y a la formación de capacidades ciudadanas.
2. Con el antecedente de que la lectura es un bien social, A Leer IBBY México lleva dinámicas con lectores voluntarios, promueve la instalación de bunkos con libros pertinentes a las comunidades, publica sus recomendaciones de lectura por edades y realiza otras varias acciones que invita a conocer y a participar.
3. El CONACULTA ejecuta desde hace 16 años el Programa Nacional de Salas de Lectura, que es un esfuerzo sostenido por voluntarios de la sociedad civil, a los que se les entregan 100 libros y se les brinda capacitación.
4. Se están realizando diversas actividades para formar y profesionalizar a los promotores de lectura, como el diplomado que hace CONACULTA con la UAM, la maestría que se lleva a cabo en el Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, así como las acciones que promueven FunLectura e INDELI con los editores y libreros respectivamente. En varios de estos programas, se cuenta con estudios de necesidades de formación que no han sido contempladas, y como reflejo se están actualizando los contenidos de sus currículas.
5. Se hacen actividades de fomento a la lectura con trabajadores públicos como los policías y los bomberos, además de prestar especial atención a personas en situación de reclusión.
Mesa Panel sobre perspectivas.
6. En la ciudad de México, se realizan ferias de libros establecidas e itinerantes, de modo que al menos cada mes se tiene una actividad de este tipo.
7. Se observa que en las zonas remotas y marginadas del país hay mucho aprecio por las bibliotecas de aula y escolares, las salas de lectura y los bunkos. Al respecto, es recomendable que luego de formar a los lectores se les motive a usar la biblioteca.
8. Se reconoce la labor pionera de Alejandro Aura, quien inicio los programas de fomento a la lectura en la ciudad de México, y a Daniel Goldin como impulsor de la publicación de colecciones infantiles desde la editorial FCE.
Hubo también varios planteamientos que requieren atención y son los siguientes:
A. Falta una visión a largo plazo en materia de fomento a la lectura, pues todavía se hacen las cosas para el día siguiente.
B. No hay acuerdo sobre el uso de varias mediciones usadas para la práctica lectora. Por ejemplo, en la escuela, el contar las palabras que leen en voz alta los niños por minuto se considera que los tensiona y que es un sinsentido. También se piensa que la recomendación de leer obligatoriamente un mínimo de tiempo en la casa o la escuela lleva a deslegitimar la lectura. Además, parece que a través de las evaluaciones cuantitativas se deja de ver a las personas, pues sólo interesan las estadísticas que se reportan. No obstante, algunos señalan que debe haber parámetros para evaluar la lectura, sobre todo en el medio gubernamental.
C. Los pobres no tienen acceso a la compra de libros porque no hay ediciones baratas. Al respecto, los libros no pueden ser baratos porque hay problemas de costos, de distribución y para hacérselos llegar a los lectores interesados. Se recomienda que se aprovisione mejor a las bibliotecas públicas y que los pobres utilicen estas instituciones.
D. La lectura se promueve aún como ajena a la escritura, y se considera que deben trabajarse juntas, ya que la escritura puede mejorar la lectura en los niños, particularmente la comprensión. Sobre este particular, en tanto que la lectura debe ser una práctica libre, se recomienda tener cuidado con las maneras como se le vincula la escritura para que ésta no sea percibida como una imposición. No obstante, varios promotores manifiestan que puede ser difícil transitar de la animación lectora hacia su relación con la escritura.
Mesa Panel de profesionalización.
E. Las prácticas de fomento a la lectura dentro y fuera de la escuela se presentan como opuestas, pues en estas instituciones se llevan los lineamientos y las reglas de la SEP que no permiten hacer modificaciones ni adaptaciones. Esta oposición parece sostenerse en la distinción que se hace en la escuela entre leer y estudiar.
F. Muchos programas de fomento a la lectura se preocupan más por hacer divertida la lectura que por formar lectores. Al respecto, se considera que el divertimento es una parte importante de las actividades de fomento, pero que debe cuidarse no perder el objetivo que se busca lograr.
G. Existe el riesgo de estratificar la lectura, de manera que se encajona a los lectores en determinados estancos donde pueden/deben leer, a partir de ciertas características que se les atribuyen  como la edad, el género, etc.
H. Se duda sobre si el promotor de lectura debe/puede trabajar con cualquier tipo de texto, o si debe esperar hasta tener los materiales necesarios para hacer las actividades de fomento a la lectura.
I. Se debe buscar establecer sinergias entre la biblioteca, la sala de lectura y la librería, pues se presentan varias simetrías que permiten suponer que puede trabajarse más en colaboración.
J. La lectura debe ser obligatoria en la educación del niño, igual que el aprender a caminar, a escribir y a multiplicar. De esta manera, se considera que debe darse a la lectura la importancia debida y ponerla al mismo nivel de los aprendizajes que no pueden faltar en la formación del niño, y por lo tanto se le debe forzar para que los aprenda.
K. La lectura debe ser un asunto desarrollado por grupos interdisciplinarios.
Dentro de este encuentro también se manifestaron inconformidades por la manera como los distintos agentes involucrados en el fomento a la lectura participan en un doble discurso, que se genera por sus distintas motivaciones e intereses, así como por la falta de transparencia en los procesos.

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